Sobre los cipreses,
entre los matojos
llueven las caricias que
nunca existieron.
Bajo las pisadas ,
lloran los momentos
que no sucedieron. Y se
marchitaron
juntas las huellas, la
pena y el tiempo.
Sobre aquellos muros
medrando, las zarzas
ostentan secretos que
tientan al hambre
tras ávidas púas. Un
conocimiento
que solo comparten a
cambio de sangre.
Llueven las caricias y
mojan de invierno
la herida. No quisiste
darme vida
cuando la suerte me
llevó a tus manos
y ahora te aburres con
el juego eterno,
entre los gusanos me
apuestas a muerte.
Y llenos de llanto los
ojos, el viento
silencia mis quejas. Son
tantas que siento
llagarse mi pecho y
latir en la sien.
Son tantas que ahogo y
respiro a la vez.
Son tantas que intento
cantarlas por ver
si se mueren como por la
boca el pez.
Pues solo cantando se
duerme el veneno.
Que también de canto se
cuela este frío
por entre las rimas y
por los acentos.
Y solo lo aguanto si lo
siento ajeno,
si me quedo quieto, lo
miro y me río.
Con música y risa sucede
un milagro
que no multiplica ni
panes ni peces.
Me come por dentro, me
sube, me crezco
me salgo del tiesto,
transmuto el cemento
en tierra potente donde
sembrar chistes
y que nazcan risas, que
surjan a cientos
las risas, que crezcan
millones de risas!!
Inventaré cuentos y haré
tonterías,
me daré trompazos, caeré
de la higuera,
me quitaré el sayo
cuando primavera
y me haré un sombrero
con flores de mayo.
Seré un gran payaso,
seré la alegría.
Que tiemble la panza del
hombre del tiempo!
Que exploten los bancos!
Y ardiendo billetes
alumbren de verde tus
cenizas frías.
Que se desternille la
Muerte deprisa
que no quedan horas para
este momento.
Cuando eso suceda,
cuando lo consiga,
cuando haya logrado que
tú me sonrías
una carcajada alterará
el reposo
que duerme la tierra reventando losas
de nichos y tumbas. Y la poesía
levantará el suelo.
Saldrás de tu fosa
y me dirás un verso… El
que me debías.
KarlosKosas – 25-11-2015
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