MARTA Y LAS PIEDRAS

Marta juega con las piedras al juego del equilibrio.

Hace torres por el campo con cantos que el río canta.

Y son los lirios del río los pendones que engalanan

los castillos del delirio que crecen por donde Marta.

La conoces porque canta, porque saluda a las piedras,

porque habla a cada cosa en su lengua por la calle,

y las cosas le responden o se callan asustadas

porque Marta grita mucho cuando el mundo la quebranta.

Marta tiene polos, como imán, como Tierra, como todos.

Cuando arriba, hierve ideas y construye y levanta

y escribe con barro ciudades de música y canta

y fluye con el río como el agua en sus recodos.

El arte la envuelve como el aire y el rastro de arte

que va dejando ilumina el camino como el astro

deja luz por donde pasa. Marta respira

luz y pare columnas con piedras de Marte. Y delira.

Se crece, cree que puede y hace que todo empiece.

Crea el día y lo amanece, crea al hombre y cree en él.

Crea el verde y lo hace eterno. Crea la sal y la miel

y la oruga y la tormenta porque es Dios….o le parece…

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Todo esconde una parte oscura, todo tiene algo de mierda.

La esencia más pura, la luz blanca, este poema barato,

el más exquisito plato tiene su lado sucio, su trapo.

Y Marta sabe que la diestra se demuestra con la izquierda.

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Seis semanas de diluvio y no para de llorar.

Cuarenta días con sus noches y no hay tierra a la vista.

De nada sirven los cuentos, las cuentas, la lista

de cosas buenas que agradecer, la de malas que mejorar.

Y sigue lloviendo lenta y agotada sin descanso la pena,

la tristeza destilada de todos los mañanas abortados.

La maldita prueba líquida de que Dios juega a los dados

con las hormonas de Marta, con sus ojos y mis venas!

Yo te quiero ayudar Marta, mas no hay ayuda,

no existe más que el aguante, la paciencia, la sangre fría

de presenciar impotente otra vez tu exigencia vacía

y sorda con el alma rota y la carne cruda.

Marta sobreviene a brazadas su pendular naufragio

a veces a zancadas -perseguida ladrona sin litio-

a veces vuela y siempre sola su viaje a ningún sitio

y convierte mis abrazos en su adagio.

La sal te come los huesos y te insulta

la vergüenza de no saber ya qué hacer.

La lluvia pudre en verde tu musgo y sientes crecer

amanitas venenosas en tus dedos y en tus dudas.

Y antes de odiarla te arredras porque sabes que no puedes

resistirla y deseas que se la lleven y te odias por ello.

Añoras la Marta del arte, la del saludo amable, la de lo bello.

Pero ahora en el palacio de pastillas y paredes

no es a Marta lo que encuentras, es una llaga, una herida.

Pero ella volverá, con el alma destrozada a necesitar tu abrazo

y a reír contigo de las nubes y a inventar historias de regazo

y a pintar el río con canciones que después el río olvida

porque sabe que regresa la escultora de las hiedras

a componer con guijarros poemas como en un libro.

Y es que quizás eso es Marta: Maestra del equilibrio,

Arquitecta del desastre. Siempre Marta, Marta y las piedras.

26-febrero-2015

Enlace al vídeo con los micropoemas "ALIÑOS"
y con "MARTA Y LAS PIEDRAS" :