CAPÍTULO PRIMERO
- La Orden de las
Carmelitas Amputadas -
Septiembre del año 2007
- Hermanas, ya se pone el sol - dijo Sor Topedia, la
Madre superiora - Nuestro sudor también forma parte del sacrificio de la Orden.
Llevad las moras a la tinaja donde elevaremos nuestras plegarias a Santa
Casilda del Muñón mientras las prensamos. Hermana Helena, te encargarás de
llevar a diario la ofrenda con los primeros Frutos recogidos a la capilla.
Ocúpate en llenar bien la bandeja que sostiene la Santa y cubrir la mano
cercenada. Esta noche celebraremos una misa de agradecimiento.
Las hermanas, desnudas, se desenredaron de los zarzales
casi en silencio para obedecer a la superiora. Gotas de sangre adornaban el
camino de granito que atravesaba el vasto terreno hacia el almacén del
convento.
El edificio, un antiguo castillo medieval, estaba situado
en la ladera de una loma baja. De la construcción original aún se mantenía en
pie uno de los torreones desde donde se podían ver las tierras que pertenecían
a la Orden guarnecidas de altos muros. El río Guadalefa desaparecía bajo la
oscura fortaleza para emerger encauzado por el interior de las murallas, que lo
acompañaban unos trescientos metros, hasta atravesarla por un foso enrejado.
Visto desde el aire, el recinto tenía la forma de una coma que gotea por el
extremo testimonios de las vidas que transcurren en su interior en forma de
agua turbia.
Propiedad de los Condes de Hímenes, fue heredado por su
última descendiente, la Condesa Casilda de Hímenes.
Agosto del año 1898
Finalizaba el siglo XIX cuando el Conde Salomón de
Hímenes, al volver de una de sus habituales cacerías nocturnas por los pueblos
de alrededor, buscando púberes aún sin estrenar, descubrió por enésima vez a su
única hija Casilda haciendo tijeritas con una costurera. Ciego de ira y vino, o
sea borracho perdido, allí mismo reunió a todo el personal del castillo y les
cortó la pecadora mano derecha a todas las mozas incluida su hija adolescente.
Al día siguiente, arrepentido de su medieval arrebato y
temeroso de las consecuencias legales, viajó a Roma donde, gracias a sus
numerosos amigos en el Vaticano compró a golpe de talonario la santidad de su
hija. Con la condición de que ésta sólo sería efectiva a la muerte de Casilda.
Luego desapareció del mapa, aunque algún periodista intentó publicar unas fotos
donde se le veía en Mykonos muy bien acompañado, en los jardines del Conde de
Kondón. Nunca se publicó tal reportaje, pues el periodista también desapareció
del mapa.
Casilda, ignorante de estos hechos, se recluyó en la
propiedad familiar con sus amigas mutiladas donde, entre fiestas, cenas y
espectáculos en una interminable orgía lésbica dilapidó los restos de la
fortuna de los Hímenes y las periódicas recaudaciones que, tradicionalmente
hacía su familia en los pueblos del condado.
Septiembre del año 1922
Con 46 años y obligada por su quebrada economía, Casilda
fundó la Orden de las Carmelitas Amputadas para seguir viviendo a costa del
erario público y la venta de pastelitos rellenos con mermelada de moras. La
receta - inventada por una de sus amigas - surgió de una de las fiestas en que,
por una apuesta, acabaron todas desnudas y borrachas cogiendo los frutos de las
zarzas que se habían apoderado del recinto anexo al castillo. La idea cuajó y
cada año contrataban a una brigada de jovencitas de los pueblos cercanos a las
que ponían a trabajar para hacer los pastelitos. Les pagaban una miseria y se
lo pasaban bomba viéndolas desnudas y ensangrentadas por "amor a la
Nuestra Señora"
Octubre del año 1931
Pero poco después, Manuel Azaña, que para entonces
ocupaba la jefatura del Gobierno republicano, declaró que España había dejado
de ser católica. En consecuencia los subsidios que se otorgaban al clero
quedaron abolidos. La Orden de las Carmelitas Amputadas se vio obligada a
seguir la juerga gracias a la ayuda que la Iglesia captaba de las donaciones de
los vecinos de los pueblos y algunos ricachones, que con sus óbolos al clero,
acallaban sus turbias conciencias.
Y la venta de los pastelitos, claro.
Cuando se declaró la Guerra Civil Española, las gentes
del pueblo, hartas de alimentar a tamaña colección de garrapatas tomaron el
castillo y despeñaron a Casilda desde lo alto del torreón, lugar que
actualmente ocupa el despacho de la Madre superiora.
Una de las Mutiladas sobrevivió a la masacre escondida en
los zarzales que habían invadido los jardines. Sor Vete Demora, la segunda hija
de los Marqueses de Demora, había vivido en el convento desde que fue
desheredada por su familia, simplemente por ser fea. Sor Vete, aprovechando sus
antiguos contactos había medrado entre la alta sociedad eclesiástica y fue
ella, y no Casilda, quien tuvo la idea de crear la Orden.
Con la llegada del Franquismo y final de la guerra, 1936
- 1939, enterada de la beatificación de Casilda, volvió a tirar del cordón de
la sotana para refundarla. Mandó esculpir la imagen de la ahora Santa en madera
de fresnillo policromada con todo detalle. Con su mano izquierda sosteniendo su
mano cortada en una bandeja como una siniestra camarera. El parecido era casi
total, el escultor, con fotografías de su juventud, hizo un buen trabajo. Sólo
los ojos, lacrimosos, ostentaban un color que Casilda nunca tuvo. - Licencias
de artista -, pensó. En el interior de la talla, antes de ser instalada en la
capilla del convento, ocultó todos los documentos, fetiches, fotografías y diarios
que pertenecieron a la "Santa".
Sor Vete, para mantener la Orden, reinició la antigua
tradición de los pastelitos, esta vez hechos por ellas mismas. Y generó un halo
de misticismo alrededor de la vida de la fundadora reescribiendo su vida pero
omitiendo todos los detalles carnales, que eran muchos. Santa Casilda del Muñón
pasó a ser un modelo de virtudes, humildad y castidad para las novicias que
fueron llegando al convento.
- "Orden de las Carmelitas Amputadas" Comunidad
de clausura regida actualmente por la Madre Superiora Sor Topedia. Dedicada al
culto de su fundadora Santa Casilda del Muñón y conocida, entre otras cosas por
sus famosos pastelitos de zarzamoras hechos con moras de zarza que recogen
desnudas en los terrenos del convento para expiar los pecados del mundo.
Recogidas las moras, entre jaculatorias, las pisan con sus pies descalzos añadiendo
su sangre, sudor y alguna menstruación a la mermelada, que confiere ese sabor
de santidad a los pastelitos que tan famosas las han hecho.
Septiembre del
año 2007
- Has observado, Madre, que este año las zarzas están más
frondosas y tienen más pinchos? Las ronchas que dejan en la piel se infectan y
tardan mucho en curarse.
- El sufrimiento es el camino que debemos recorrer
hermana Sor Soles, no debemos quejarnos por ello, sino ofrecérselo a Santa
Casilda como un mísero presente comparado con el que ella entregó a la
humanidad.
- No, si no me quejo Madre, lamento haberme explicado
mal. Lo cierto es que la cosecha es espléndida y el sabor de las moras ha
ganado en aroma y dulzura.
- No somos merecedoras de probar El Fruto y lo sabes muy
bien! Sólo Sor Olla, en la cocina puede hacerlo, y sólo para garantizar la
calidad de los pastelitos! Esta noche la pasarás en la leñera meditando sobre
la gula y la lujuria! Y vete ya a la tinaja que estás desperdiciando sangre con
tanta charla vana!!
La leñera era una
construcción anexa a los muros al otro extremo del enorme campo de zarzas
llamado "Las Moradas" por las hermanas, como homenaje a Santa Teresa
de Jesús y su obra. Construída en granito, como el resto, albergaba las ramas
secas y viejas resultado de la poda de las moreras, que alimentaban los fogones
y hornos de las cocinas.
En "Las Moradas" no se permitía el uso de
herramientas ni ropa y eran las novicias las encargadas del trasiego de leña y
su almacenamiento. Sólo las cestas, trenzadas con los largos y flexibles
vástagos de la planta, colgaban del cuello para recoger El Fruto y cubos de
plástico para regar en caso de pertinaz sequía estaban tolerados. Amén de los
cuchillos de sílex para la poda.
Sor Topedia se acercó para observar las plantas y,
comprobando la ausencia de hermanas, probó una mora. Tuvo que reconocer la
verdad de las palabras de Sor Soles, éstas tenían un aroma almizclado que le
provocó recuerdos de su juventud, cuando aún era mocita y conoció a aquella
chica inglesa que....
La Madre Superiora tomó dos o tres moras más. Sintió un
cosquilleo en el bajo vientre y sus recuerdos de la extranjera, ya casi
enterrados, se trocaron en vívidas imágenes que la hicieron temblar. - A mi! A
mi! - Le gritaban. Se tragó ocho o diez más, y dejando un charco en el suelo,
salió corriendo hacia la leñera donde esa noche acompañó a Sor Soles en su
casta y desnuda meditación.
- La mañana siguiente para Sor Topedia no amaneció de
buen humor, a la nochecita pasada se le mezclaban los recuerdos de mocedad y su
imperdonable atracón de moras. Después de Maitines, Inquieta, se acercó a las
cocinas para ver qué se cocía por ahí.
- La Señora esté contigo hermana Sor Olla.
- Esté con todas nosotras Madre.
- Parece que la cosecha ha empezado con buen pie. Según
me cuentan las hermanas El Fruto es especialmente hermoso y aromático. Santa
Casilda nos ilumina.
- Azules.
- Qué?
- Azules y duras. Llevan el más del doble de cocción y no
se ablandan. Y fíjate en el caldo, se podría teñir el cielo.
- Un poco azul si se ve, pero violáceo... Y ... las has
probado?
- Yo? Sabes que no como cosas crudas, qué asco! Cuando
esté la mermelada la probaré, aunque con este catarro, no se yo...
- Sólo tú te puedes acatarrar en pleno agosto! No me
extraña que no se ablanden con ese fueguecito de baño María! Manda a las
novicias a por más leña y acaba de una vez que tenemos un montón de pedidos
pendientes. Esta tarde quiero ver los pastelitos acabados y empaquetados!
Alabada sea La Señora!!
- Si, que sea alabada.
- Como??
- Que sea alabada por siempre amén.
Sor Topedia se refugió en su despacho para ver si podía
relajarse. La charla con Sor Olla sólo había aumentado su ansiedad. El cuarto,
pequeño y sobrio como el resto del convento, tenía un ventanuco abierto en el
muro de granito que se asomaba a "Las Moradas". Sobre su cabeza un
antiguo lienzo donde se observaba con crudeza a la Santa mirando al cielo con
ojos desorbitados, como preguntando porqué. Intentó meditar un rato sobre los
misterios de la vida de Santa Casilda del Muñón, eso normalmente la
tranquilizaba, pero sólo pensar en la mano amputada le daba náuseas. No podía
desprenderse de la imagen de la muñeca cortada rezumando mermelada azul. Se
levantó para comprobar que, en el cuadro, la sangre que manaba de la herida era
roja. - Estoy un poco cansada, eso es todo - dijo en voz alta dirigiéndose a la
Santa.
- Tienes los ojos
azules!
Llevaba veinticinco años en el convento, los últimos
siete de Superiora. Ese cuadro siempre había estado ahí, como la talla que
había en la capilla y que presidía todos los actos. Nunca hasta hoy se había
fijado en el color de sus ojos.
- Tienes los ojos azul violáceo!
No entendía porqué ese detalle le resultaba tan
impactante.
- Qué más dará el color de tus ojos, fuiste una santa
mujer torturada por tu devoción a Nuestra Señora. Fundaste esta Orden para
cobijar a las hermanas que eran rechazadas por el mundo por sus carencias
físicas y darle sentido a sus vidas con la oración y la mortificación. Hasta
que las hordas comunistas en su ceguera ácrata te lanzaron al vacío. Eres
nuestro ejemplo, nuestra guía. Qué más da si tienes los ojos azules.., o
violetas...o morados!
El estruendo del teléfono negro de baquelita que colgaba
en el muro de enfrente la arrancó bruscamente de su monólogo. Casi gritó del
susto.
- Alabada sea La Señora, Convento de las Carmelitas
Amputadas, con quién hablo?
...
- Padre Alfonso Tana! Es una alegría oír su voz, en qué
puedo serle útil Padre?
...
- Excelente, ayer mismo empezamos la cosecha de este año
y es de una calidad superior.
...
- Cinco cajas? ... No... es que...como normalmente le
envío dos....
...
- Claro Padre, me hago el cargo...
...
- Ni hablar! Hace usted una gran labor el el Sanatorio de
Nuestra Señora La Bandera. No será esta humilde sierva quien le cobre por
endulzar un poco las vidas de esos pobres dementes que usted alivia con su
presencia.
- En absoluto!
- No se hable más, le envío cinco cajas de nuestros
mejores pastelitos tan pronto salgan del horno.
- Y no se haga tan caro de oír Padre.
...
- Sea también con usted y con sus enfermos, los tengo
siempre presentes en mis plegarias.
...
- A usted Padre, a usted.
Sor Topedia pinchó el pedido en el plafón de corcho que
colgaba al lado del teléfono, en la columna de "donaciones" que
empezaba a superar a la de " pedidos"
- Cinco cajas! Seguro que las quiere para lucirse con
esos politicuchos con quien se relaciona!
Se dirigió al ventanuco para respirar el aire caliente
que subía de "Las Moradas" donde las hermanas se afanaban con la
recolección. Olía a tierra y a hembra... y a moras. Babeó. Casi notó el sabor
dulce y líquido de las frutas en su boca. Sintió de nuevo el cosquilleo en el
bajo vientre y la sensación de una mirada en la nuca. Se giró para ver los cómo
los ojos morados de La Santa se clavaban en los suyos.
El grito que salió del torreón quebró el silencio del
convento. Las hermanas interrumpieron sus labores al ver a la Madre superiora
correr para encerrarse en la capilla.
Las dos moscas que se habían posado en el cuadro se
acoplaron para aparearse en la nariz de la Santa.
Las hermanas respetaron el encierro de la Superiora hasta
que se la oyó gritar de nuevo y acudieron al portón cerrado. Las palabras de la
Madre Superiora salían de su boca llena, glotona, masticando, babeando
histérica.
- Azules, morados, violetas, añiles, malvas, lilas,
escarlatas!
- Está leyendo un catálogo de pinturas.
- No, está comiendo.
- Cállate Sor Olla! - Dijo la Hermana Helena - Madre, se
encuentra bien?
- Y qué más da? Sólo son tus ojos! Mírame! Mírame a los
ojos!
- Está en trance, a Santa Teresa también le daban
arrebatos de esos.
- Cállate Sor Dinaria! Madre, podemos ayudarla? -
entonces se oyó el estruendo.
- Madre Madre! Díganos algo, está bien?
- Largaos y dejadme en paz! Coño!
- Ha dicho coño? - Dijo Sor Dinaria - Alabada sea la
Señora! Está de viaje, lo que yo te digo!
Sor Denada tomó las riendas - Haremos lo que dice y la
dejaremos en paz. Yo me quedaré aquí por si pasa algo. Creo que tenéis cosas
que hacer. El fruto no se va a recoger solo! Y en silencio, por favor.
Las hermanas, desnudas y asustadas, se fueron murmurando
entre ellas a rehacer sus labores.
El silencio que volvió a la comunidad ese día fue tenso y
caliente como un violín echado al fuego. Las moscas acudían frenéticas a la
sangre de los pinchazos y se colaban a montones por las rendijas del portón de
la capilla. Cayó la noche, las hermanas se curaron las heridas antes de la
cena. Sor Olla acabó de empaquetar los primeros pastelitos de la temporada en
las tradicionales cajas color violeta mientras lloraba por unos recuerdos que
no se dejaban recordar. Sor Domuda, de guardia en el portón, poco antes que las
llamas lo devorasen, no oyó a la Madre Superiora decir:
- Siempre fuiste una puta perra!
CAPÍTULO SEGUNDO
- Humo -
6ª secuencia de la etapa 18.72ª del año estelar – U
El humita WKwzzzrosklo-rns-Cstrpppposj#-w332,
- nombre imposible de
pronunciar con un aparato fonador humano, así que para entendernos lo
llamaremos WC - observa zumbando cómo las mujeres desnudas recogen, entre
pinchazos y oraciones, el fruto de las zarzamoras mientras retransmite todo a
los asociados del magacine "Razas Nenazas" para solaz y carcajeo de
la mitad del universo.
Razas Nenazas es el programa en 5D con más audiencia en
el Universo Conectado. Mas aún que "Dentro del agujero negro", o que
"Gran Extraño".
En el programa, un número indeterminado de Tertulianos y
otros de otras razas comentan las retransmisiones desde el plató, inventan
algunas más y se cachondean de sensoimágenes 5D que son observadas y
retransmitidas por los reporteros . Éstas son emitidas desde los planetas en
que alguna especie muestra trazas de evolucionar hacia...algo.
En algunos casos los mismos reporteros, para ganar
emoción y audiencia provocan o aceleran esa evolución con métodos no del todo
éticos.
El programa de manipulación genética hacía ya años que
había empezado a dar resultados, aunque sólo de forma esporádica, en algunos
individuos de la que llamaban la "especie protegida" de ahí su
interés en los sucesos del convento. Había sido uno de los lugares donde se
dieron resultados más tempranos, quizás por las peculiaridades de la vida del
monasterio. Lo cierto es que los humitas no sabían exactamente el porqué.
Actualmente los éxitos eran ya a nivel planetario.
Pero WC, reportero reconocido del programa, destinado en
el planeta Tierra tiene ahora otras obligaciones. Abandona su forma física y se
traslada con sólo desearlo a la estratosfera encima de la Antártida para
colaborar con sus hermanos a reducir la capa de ozono y retransmitir los
progresos que el equipo del programa está consiguiendo. La capa de ozono es una
delgada zona de gas que filtra una gran parte de las radiaciones Ultravioletas
que lanza la estrella Sol, alrededor de la que gira ese guijarro que llaman
Tierra.
WC comenta - Esa especie promete, hay que seguir
ayudándola.
CAPÍTULO TERCERO
- El bloque nº 1-
28 de Febrero
del año 1973
Visitación Expósito Río, La Visi, rompió aguas en plena
mudanza, bueno, tampoco era tanta mudanza. Algunas cajas de ropa, un armario
rescatado de la basura, una mesa y cuatro sillas, la cama regalo de los padres
de Graciano por la boda, alguna lámpara y cuatro tonterías más. Un amigo
hippie, con su 4L les ayudaba en el traslado.
Graciano Garcilópez Gómez, GGG para los amigos; su marido
hace seis meses, había encontrado trabajo en "la Tejadera Española de
amiantos y uralitas S.A." lo que les había obligado a mudarse a un piso de
protección oficial en el bloque nº 1 de la colonia obrera cercana al complejo
fabril.
Sólo poner un pie en la entrada del bloque La Visi creyó
que se había meado encima. Sin darle tiempo a reaccionar, el dolor de una
fuerte contracción la dobló por la mitad. Tuvo que parir entre las mantas de
transporte al pie de la escalera. El niño sietemesino no quería salir y la cosa
duró tres horas y media. GGG tuvo que salir a buscar una cabina para llamar a
la ambulancia, pues el 4L se negaba a arrancar, lo que le llevó tres cuartos de
hora pues en el barrio no habían cabinas y acabó suplicando que le dejasen usar
el teléfono de un bar, pero se tuvo que tomar tres carajillos porque no
contestaban y el dueño del bar se estaba mosqueando. La ambulancia llegó a la
par que el niño. Los vecinos se agolpaban en la puerta haciendo comentarios y
aplaudiendo los gritos de la parturienta. Las moscas ese día fueron testigos en
primera línea del nacimiento de Mario Garcilópez Expósito.
Dos semanas estuvo Mario en la incubadora. Le llamaron
así porque esperaban una niña que se hubiera llamado María - Pero GGG era muy
creyente - y Mariano no le convencía porque, según él, era como negar a María,
así que lo bautizaron Mario. Aprovecharon esas dos semanas para acondicionar el
piso, el 6º-C. del bloque 1º. Un dormitorio, cocina económica, lavabo y un
diminuto comedor rodeaban a un inmenso, inútil y oscuro recibidor donde
montaron el armario ocupando parte de la puerta del lavabo al que tenían que
entrar de canto. No se les ocurrió hasta años después ponerlo en el centro. En
el dormitorio había un pequeño balcón inaccesible, pues la cama y la cuna lo
ocupaban por entero. El comedor tenía una ventana desde donde se podía ver
parte del barrio y a lo lejos la fábrica donde trabajaba GGG. La cocina era
interior con un ventanuco de Graven que daba al hueco interior del bloque y por
donde se colaban los olores a fritanga de todas las cocinas y la fritanga de
voces de las vecinas.
El primer sueldo lo ocuparon en empapelar el comedor con
enormes estampados azules y naranja y dar el primer plazo de una lavadora.
El bloque nº 1 que entonces hacía 28 años que había sido
construído como el resto del barrio, se había poblado con gente de
Matalasniñas, un pueblo cercano, y emigrantes venidos de todas las regiones del
país. La mayoría parejas jóvenes con ganas de forjar familia y un hogar
estable. Desde el principio el bloque presentó problemas estructurales y de
instalaciones que los vecinos achacaron a ser el primero en ser construído. Los
otros -pensaban- deben estar mejor acabados. Pero no era esa la razón de los
desarreglos del edificio. La aparición de grietas en las paredes empezó nada
más acabar la construcción. Las quejas del vecindario, para variar no sirvieron
de nada. El que las grietas formaran un patrón pasó desapercibido para los
habitantes, que si se hubieran fijado hubieran visto que partían de los
cimientos ensanchándose hacia los pisos superiores como los tallos de una zarza
venenosa.
Febrero del año 1975
El año en que murió Franco, Mario cumplió 2 añitos y lo
trasladaron al recibidor donde, usando el viejo armario y otro que habían
comprado a modo de tabiques le montaron una habitación que tenían que atravesar
para ir al cuarto de baño que no tenía ventanas. El 20 de Noviembre apareció
una enorme grieta en la fachada que atravesó el comedor hasta el cuarto de
Mario. La inspección oficial que se presentó más de tres meses después
dictaminó que las grietas se debían al asentamiento del terreno. Nada
importante. El bloque tenía por aquel entonces treinta años desde su
accidentada construcción en 1945. Taparon las grietas con yeso y volvieron a
empapelar los parches con los rollos que les habían sobrado del dormitorio, unas
enormes campanillas violetas, con lo que el comedor empezó a tomar el aspecto
de un "collage".
Mario, que era un niño más bien tranquilo, empezó a
llorar por las noches. GGG cansado de las duras jornadas trajinando uralita o
planchas de amianto intentaba calmarlo y La Visi, las primeras veces, insistió
en ponerlo a dormir con ellos pero los llantos se transformaban en pataletas.
Osea que el niño no quería dormir pero no sabían porqué lloraba. La Visi lo
llevó al médico del ambulatorio pero éste lo encontró perfectamente para ser
sietemesino y les aconsejó que lo dejaran llorar que ya se le pasaría.
Un año después, en 1976, enviaron a Mario al parvulario y
La Visi entró a trabajar en La Tejadera Española de Amiantos y Uralitas S.A.
El niño encajó muy mal en el parvulario. Huraño y
antisocial si no se le hacía caso, si se le hacía empezaba a dar órdenes a todo
el mundo. Lo único que le calmaba, a veces, era dibujar, pero sus dibujos eran
tormentosos, llenos de símbolos extraños y tachones rojos. Cuando no dibujaba
encerraba a los otros niños en el cuarto de las escobas y montaba guardia para
que no escaparan. El día que, además, les tiró dentro un trapo ardiendo lo
expulsaron. No fue el único, varios niños más, todos vecinos del mismo bloque
fueron siendo expulsados por intratables.
La Visi llegaba a casa cada día destrozada, en la fábrica
se dedicaba a recortar las rebabas que quedaban al sacar las piezas de amianto
de la prensa y trasladarlas para su montaje y empaquetado. GGG estaba en la
sección de uralitas, se había sacado el carnet de torero y andaba todo el día
en el toro acarreando palés del almacén a los camiones. Empezó a engordar y a
pegar a su mujer y a su hijo por cualquier motivo. En casa se pasaba el tiempo
frente a la tele que habían comprado con el primer sueldo de La Visi mientras
ella hacía el resto de faenas y se ocupaba del niño. Tuvo que buscar
precipitadamente otra escuela y lo metió a media pensión en un colegio público
no muy lejos de la colonia. Un autocar lo recogía cada mañana a las siete en la
carretera que daba acceso al Barrio que no era más que un ancho paseo con
bloques a ambos lados y lo devolvía al mismo sitio a las siete de la tarde.
Mario vagabundeaba por el barrio, bautizado como "La Tejañola" por
los vecinos, hasta las nueve en que llegaban sus padres de la fábrica. Como ese
era el horario de la mayoría de familias, el barrio se pobló de bandas que
organizaban verdaderas batallas campales de siete a nueve y hasta más tarde los
mayores. Por una especie de selección natural acabaron quedando sólo tres
bandas; Los Ideales, Los Soberanos y Los Derbys, que tenían una moto de uno de
los mayores. Con ésta última simpatizó Mario acabando por ser la mano derecha
del jefe aunque sólo tenía cinco años. Curiosamente los respectivos jefes de
las bandas eran vecinos del inmueble donde vivía Mario.
Por 1978, la degradación bloque se iba haciendo cada vez
más evidente comparándolo con los colindantes. Nunca faltaban velas en los
pisos pues la electricidad se cortaba y volvía sin motivo aparente. El agua de
los grifos empezó a tener mal sabor y acabó siendo imbebible. Como el ascensor
hacía años que había dejado de funcionar, la escalera se hallaba sembrada de
cubos y garrafas que, en caso de apagón, eran trampas mortales. En uno de éstos,
al volver la luz, hallaron a la portera desnucada entre el tercero y el cuarto.
Nadie lo lamentó, era una cotilla estúpida. Un vecino, electricista aficionado,
bajó al sótano a ver si daba con el problema y de paso hacer una trampa en su
contador. Mientras hurgaba los cables una descarga lo dejó frito. Su mujer
juraba que el rayo que lo mató provenía del suelo pero nadie la creyó porque
era una borracha y tenía amantes. Poco después la lámpara y parte del techo del
dormitorio la ensartaron a la cama con el del 5º-D encima.
La mujer de éste se tiró a la bebida y al cabo de unas
semanas se tiró a la calle por el balcón. Los pisos que iban quedando desiertos
fueron pasto del pillaje por parte de los mismos vecinos.
22 de Febrero del
año 1981
La noche anterior al golpe de estado de Tejero la casa
entera crujió. Creyendo que se trataba de un terremoto los vecinos salieron a
la calle en pijama. Pero eran los únicos, ningún otro del Barrio había notado
nada. Sólo un borrachín dijo que había visto salir de los bajos del edificio
una suave luz de color desconocido y el del 4º-A, un franquista de pro afirmaba
haber oído el " Cara al Sol" como si hubiera un coro de soldados
cantores en la escalera justo antes del crujido. Ni caso, éste también le daba
al vidrio.
Ese año pasó sin más incidentes que los habituales
apagones o las gamberradas de las bandas que ya habían sucumbido a Los Derbys
como banda líder aunque aún se producían altercados esporádicos. Mario tenía
entonces ocho años y ya era un Derby respetado. Los crujidos y ruidos del
inmueble pasaron a ser rutina y ya nadie les hacía caso.
La mayoría de los vecinos de "La Tejañola"
celebraron el triunfo del PSOE colgando trapos rojos con el puño y la rosa en
ventanas y balcones aunque no faltaron banderas rojigualdas con el aguilucho.
Corría el año 1982.
El bloque, quizás por ser el más antiguo - decían los
mayores - se veía ajado y deformado en comparación con el resto. - Es un
peligro, caen trozos de fachada a la acera, un día va a haber una desgracia - Y
la hubo. El mismo día en plena celebración, un gran trozo del alero se
desprendió arrastrando tres balcones y aplastando a los clientes de un bar que
en ese momento cantaban "La Internacional" en la puerta del local.
Ese año todos los niños que nacieron en el bloque acabaron de muerte súbita.
Fue a partir de entonces cuando se empezaron a ver
sombras pasar por los rellanos y escaleras y a oírse himnos y airados discursos
en plena noche. Los objetos cambiaban de lugar y las lámparas se encendían y
apagaban solas. Todo ello fue achacado a las gamberradas de "Los
Derbys" aunque ellos siempre lo negaron. Algunas familias se mudaron, con
lo que volvieron las rapiñas y los espacios oscuros al edificio. Mario se ganó
unas cuantas palizas acusándolo de responsable de esas gamberradas por su padre
al que ya hacía tiempo La Visi tenía que ayudar a vestirse pues él no podía
hacerlo solo. La Visi adelgazó a la par que su marido engordaba, era casi un
espectro cuando los médicos la diagnosticaron asbestosis, cáncer de pleura.
Murió en la cama del matrimonio tosiendo sangre y suplicando que tirasen a la
calle una Virgen de Lourdes de plástico que tenía encima de la mesita de noche,
regalo de la tía abuela de GGG, una beata con posibles. No le hicieron ni puto
caso y la Virgen siguió allí hasta que la pusieron encima de la tele una vez
enterrada Visitación Expósito Río.
Al entierro sólo asistieron GGG y algunos viejos
aficionados a estas cosas. La Visi se crió en el auxilio social y no tenía
familia. Mario llegó tarde a la ceremonia y se marchó antes de acabar.
La enterraron en el cementerio de Matalasniñas, el
pueblecito cercano a la colonia ya casi deshabitado.
CAPÍTULO CUARTO
- El Opus Tolay (O.T.) -
24 de Diciembre del año 1923
El Señorío de
Matalasniñas había ocupado desde los tiempos de Los Reyes Católicos una enorme
extensión de yerma tierra plana en algún lugar al sur de la profunda Castilla
profunda. Se alzaba destacando la Mansión de los Señores de Matalasniñas
rodeada de absurdos jardines y protegida con altas verjas de hierro forjado.
Junto a la mansión se hallaba el cementerio familiar con
sus panteones, ángeles de mármol y sus pasadizos. A la Excelentísima Potorra
Mejides, Señora de Matalasniñas nunca le gustó eso de tener el cementerio tan
cerca.
- No se qué pensaréis vosotros, queridos - Dijo Potorra
Mejides en la tradicional cena de nochebuena que daban cada año en su mansión.
- Sobretodo tu, Alfonso, que estás tan puesto en temas del más allá.
Se dirigía a Alfonso Tana de Domingo, un joven sacerdote
de buena familia amigo de los Mejides que compartía con ellos su aversión a la
actual república.
- Es que cada vez que me asomo a los balcones del ala
norte y me encuentro el cementerio familiar ante mis narices me deprimo. No hay
alguna manera de trasladarlo sin ofender a la memoria de nuestros antepasados?
- Querida Señora, claro que se puede hacer, pero eso
comportaría una gran obra con muchos gastos, el resto es un puro trámite
burocrático que el alcalde de Matalasniñas le solucionaría en un momento.
- Potorrita, eso que pides es muy complicado, el
cementerio familiar no sólo tiene lo que
se ve en superficie, debajo hay muchas más cosas y habría que hacer las obras
con obreros extranjeros, no es bueno que la gente del pueblo conozca nuestras
"interioridades". La legalidad del hecho no sería problema, el
alcalde lo es porque yo lo puse ahí.
Alfonso se preguntó a qué se refería Don Augusto con eso
de las "interioridades". Pasarían unos años antes de saberlo.
Potorra se levantó de la mesa sin probar nada de la
gigantesca bandeja de turrones, mazapanes y otras delicias que les traía cada
año el sacerdote. Este año la novedad eran unos pastelitos de moras de zarza,
procedentes de un convento de clausura del norte del país que había llevado el
cura.
- Pues se contrata a quien sea, así no me atrevo a dar
una fiesta mínimamente digna en el jardín como no sea por Todos Los Santos!
Así que Don Alfonso lo mandó trasladar un par de
kilómetros hacia el norte con sus huesos, catacumbas, cipreses e
"interioridades" dieciséis años antes de la Guerra Civil Española.
Unos cientos de metros más allá de la nueva ubicación del
cementerio se hallaba el pueblo de Matalasniñas, con su propio y sencillo
cementerio, que formaba parte, habitantes incluidos, del patrimonio del
Señorío. Habitantes que habían cultivado por cuatro cuartos desde tiempos
inmemoriales los enormes olivares de los Señores donde pastaban a su libre
albedrío algunos toros de lidia que jamás triunfaron en ninguna por mansos y
tranquilazos.
Diciembre del año 1940
Cuando la Excelentísima Potorra Mejides Señora de
Matalasniñas murió, dejando a su esposo como último heredero de la fortuna (ya
no mucha) familiar, la enterraron junto a sus antepasados. Pese a haber dejado
clarísimo en su testamento que quería ser incinerada y que sus cenizas fueran
esparcidas por los jardines de Mónaco donde pasó con su esposo la Guerra Civil
Española de casino en fiesta y viceversa. Volvieron a la mansión justo al
acabar ésta. Encontrándola saqueada por las hordas marxistas y cubierta de
zarzas, cosa que dio al traste con lo que quedaba de su maltrecha salud.
Algo parecido le sucedió a su esposo el Excelentísimo
señor Don Augusto Mequedé de Matalasniñas, A quien la magnitud de la tragedia
no hizo más que alimentar el ancestral odio familiar hacia la república y todo
lo que con ella tuviera que ver. Antes de morir, días después que su esposa,
mandó hacer donación de todas sus tierras y propiedades a la Causa Nacional.
Franco, por aquel entonces tenía en mente un proyecto
fruto de la envidia que sentía hacia su colega Hitler sobre manipulaciones
genéticas y cosas paranormales. Cosas éstas de las que no tenía ni refajolera
idea, pero, por lo que le contaron podrían llegar a hacerlo inmortal. Y eso si
que le gustó. Lo mismo que a su esposa Carmen Polo de Franco quien secundó
ciegamente la idea apoyada por sus contactos entre las más altas esferas
eclesiásticas.
La donación del Señorío de Matalasniñas le vino al pelo
para sus proyectos. El mismo año mandó restaurar la castigada mansión y
contrató a los más expertos doctores y científicos para llevar adelante el Opus
Tolay - abreviado O.T. - Con carta blanca en cuanto a gastos e Indulgencia
Papal en cuanto a métodos.
La Collares se preocupó de incorporar al equipo de la
O.T. al padre Alfonso Tana de Domingo como sacerdote, psiquiatra y guía
espiritual para velar por las almas de los integrantes ayudándolos a llevar una
sana rutina de castidad y dedicación a la causa encomendada.
La mayor cantera de material para la O.T. fueron los
campos de concentración o, en algunos casos las noticias que les llegaban de
sus infiltrados en todo el territorio nacional sobre personajes con ciertas
características que interesaban a las investigaciones.
La fundación del
Sanatorio Mental de Nuestra Señora La Bandera fue la tapadera perfecta para la
O.T.
- P.A.S.M.A. ( Patrullas de Acción Severa Muy Agresivas )
Fuerzas de orden de O.T. Edad media de ingreso 25 años. Peso medio 170 kgs.
Suelen provenir del ejército o la policía expulsados por brutalidad excesiva o
desarreglos emocionales. No tienen amigos ni familiares conocidos. El cuerpo
consta de unos 50 números. Cuando hay bajas en el cumplimiento del deber se
reclutan y acondicionan nuevos números. El más reciente, actualmente, de 23
años se llama 782.
Forman un cuerpo policial al mando de Armando Yordeno y
se encargan de la vigilancia del centro, eliminación de deshechos de
laboratorio, ocultación de pruebas y demás trabajos sucios.
Castrados desde su ingreso, forman el coro que acompaña
las misas que oficia el Padre Alfonso Tana de Domingo para solaz y
esparcimiento de los residentes. Algunos no tienen hipófisis, pero se les ve
felices.
- Armando Yordeno - 93 años ( actuales). 205 kg. Capitán
General de la P.A.S.M.A. Eunuco desde su nombramiento se dedica en cuerpo y
alma al mantenimiento y buen orden de las instalaciones de O.T. así como del
cuidado y control de los internos.
Los médicos de la O.T. durante años estuvieron extrayendo
al Caudillo muestras de sangre, orina, piel y demás asquerosidades orgánicas
para poder sintetizar la carga genética que podría devolver la vida o la salud
al mandatario si el caso fuera necesario. La Polo se rajó al pedirle ciertas muestras
que no estaba dispuesta a compartir con nadie. Aunque siguió apoyando el
proyecto y enterándose de todo gracias a su amiguito Alfonso Tana de Domingo
que la tenía interesadísima por lo que se desarrollaba bajo la tapadera del
Sanatorio Mental de Nuestra Señora La Bandera, llegando incluso a presenciar
alguno de los experimentos.
La O.T. chupaba pasta por un tubo pero los resultados
eran espectaculares, así que cinco años después de su fundación se decidió
poner en venta los terrenos colindantes para sufragar parte de las
investigaciones.
CAPÍTULO QUINTO
- La Tejadera Española de
amiantos y uralitas S.A. -
Enero del año 1945
Warren Fenosa-Causado Demora, el hijo mayor de los Marqueses de Demora, a sus 49 añitos ya le tocaba dar el callo y hacer algo de
provecho. Su familia ya se había librado de la segunda hija Marivete que era
horrorosa. Según noticias ésta había ingresado en un convento de clausura -
Mejor, así no va enseñando por ahí esa cara de caballo! - Dijo su padre mirando
acusador a su esposa. Como no estaban dispuestos a mantener el lujoso ritmo de
vida del mayor "ad eternum" le financiaron una pequeña parte de una
fábrica de amiantos y uralitas. Y aunque Warren era sabedor de que desde 1940
la asbestosis, el cáncer de pleura, estaban reconocidas como enfermedad ligada
al amianto, tenía contactos en el sector.
España, aún gravemente herida por la reciente Guerra,
necesitaba canalizaciones de agua, tejados y otros materiales baratos para su
reconstrucción. Así que se decidió a montar La Tejadera Española de amiantos y uralitas
S.A., una fábrica filial de Uralita, filiales a su vez de Eternit que fue la
que introdujo el fibrocemento allá por los años veinte y que aún actualmente
sigue haciendo de las suyas...
En 1945 El Estado puso en pública subasta ( de la que se
enteraron cuatro pijos ) los terrenos del Señorío de Matalasniñas, consistentes
en más de quinientas hectáreas de terreno rústico, un pueblo y dos cementerios.
Warren, avalado por su familia y las ayudas que el Gobierno aportaba a los
emprendedores "hijosdalgo" para levantar España, pujó y se llevó la
hacienda en donde edificó La Tejadera Española de amiantos y uralitas S.A.
Cerca de la fábrica, construyó la colonia de viviendas
para los obreros consistente en un ancho paseo con siete bloques a cada lado de
ocho pisos cada uno.
El terreno escogido para el tercer bloque resultó
coincidir con el cementerio familiar de los de Matalasniñas. No tuvieron ningún
escrúpulo en dar al traste con panteones y demás, eso si, algunas de las más
hermosas esculturas pasaron a formar parte de los jardines de la finca que
Warren tenía en Mallorca; un par de angelotes y alguna imagen sugerente con un
pecho al aire. Cosas de esas que siempre se pregunta uno que qué pintan encima
de una tumba.
En marzo del mismo año, al excavar los cimientos hubo un
"pequeño" incidente que aplastó una excavadora y hundió dos edificios
que ya empezaban a tomar forma. Lo achacaron a un movimiento sísmico y
continuaron las obras. Las grietas que éste provocó en el suelo se intentaron
cubrir con tierra pero los operarios encargados de ello no las encontraban. Lo
que provocó algún despido por consumo de substancias ilegales y/o gamberrismo
pues al día siguiente volvían a aparecer y al otro no estaban. Al cimentar el paseo
desapareció el problema. La excavadora aplastada se fue hundiendo en el suelo
hasta no quedar rastro de ella. El seguro se hizo cargo y no hubo más problemas
que las alarmas de algún vigilante nocturno que afirmaba ver una suave luz de
un color desconocido emanar de los cimientos del tercer bloque que al haber
caído los dos anteriores, pasó a ser el primero. El vigilante fue despedido por
beber en horas de servicio.
Hacia 1946 la colonia fue ocupada por algunos vecinos
jóvenes del pueblo aledaño y emigrantes de diferentes regiones del país. "
La Tejañola" como llamaron los habitantes al conjunto de bloques cobró
vida y aparecieron bares y tiendas amén del economato que la empresa montó para
cubrir las necesidades básicas de los obreros y junto a los alquileres de los
pisos, recuperar la mayor parte de los miserables sueldos que les pagaban.
Negocio redondo.
La Tejadera Española de amiantos y uralitas S.A. marchaba
viento en popa. En un par de años Warren Fenosa-Causado Demora había
multiplicado varias veces la inversión inicial.
15 de Septiembre del año 1984
Una tarde bochornosa de finales de verano, Efrén, hermano
menor y heredero de Warren, fundador de la empresa, muerto de cáncer de pleura
hacía unos cinco años, miraba soñoliento por los ventanales de su despacho cómo
las golondrinas empezaban su emigración a África sorteando "La
Tejañola". Le pareció observar que el bloque nº1 era ligeramente más bajo
que los otros. - Es un efecto del aire caliente - pensó mientras aplastaba una
mosca sobre el cristal.
- Acaba de llegar un paquete con una carta para usted
señor Fenosa - sonó por el interfono - se lo llevo?
- Gracias Menchu, tráemelo. - Menchu Fada era la
secretaria personal de Efrén. La contrató por insistencias de su hermano que
necesitaba quedar bien con un diputado socialista con el que tenía algún
chanchullo. Una absoluta inútil, pero quedaba bien en la puerta de su despacho,
como el ficus o la estatua de Botero (una burda falsificación que le había
costado una pasta) Menchu le trajo el paquete y, dejándolo en la mesa volvió a
acabar de pintarse las uñas meneando el pandero.
La caja, envuelta en papel de color violeta, le recordó
por el tamaño la del abrigo de visón que tuvo que regalar a su reciente esposa
para callarla por haberlo pillado revolcándose con una criada en el cuarto de
servicio. Su esposa despidió a la criada y a él no le habló en una semana. El
revolcón, porque no había pasado de ahí, le salió más caro que una semana en
Biarritz. La carta, sin remitente, tenía el membrete del Convento de las
Carmelitas Amputadas. Un escalofrío subió por la columna de Efrén. la abrió con
un abrecartas de plata del club de golf de La Mortaleja.
28 de Agosto de 1984
Estimadísimo hermano:
Después de más de cuarenta años sin tener noticias de la Familia
ni contacto alguno, te escribo desde mi lecho de muerte porque necesito
abandonar este valle de lágrimas con la conciencia limpia y sin rencores. Con
mis noventa y siete años he tenido tiempo de reflexionar sobre lo que nos
separó y, haciendo averiguaciones he llegado a enterarme de que el verdadero
motivo de haber sido expulsada y desheredada no fue solo mi fealdad (cosa que
no niego) sino ser la hija bastarda que nuestra madre engendró con Cayetano, el
mozo de cuadras, mi verdadero padre. Cosa la cual Padre sospechó desde el
principio. Hasta que, llegada mi adolescencia no pudo soportar más ver cómo
cada día me parecía más y más a mi carnal progenitor con su cara de caballo.
Cruz que me ha acompañado el resto de mis días añadida a la culpa de ser fruto
del fornicio más que del amor.
La Orden de las Carmelitas Amputadas me acogió
sin preguntas hasta llegar a ser Superiora de la misma, cargo que ostento desde
hace diez y siete años. He dedicado mi vida a rezar por la humanidad y a honrar
la memoria de Santa Casilda del Muñón. Fundadora de la Orden y guía espiritual
de todas las que aquí convivimos en paz.
Enterada del fallecimiento de nuestros Padres por
terceros, sólo deseo que encuentren mil veces el infierno al que me condenaron
y que merecen; ella por callarse y permitir mi oprobio y él por hacerlo
cumplir. Que ardan en las llamaradas de la ignominia de sus vidas fútiles y
lujuriosas. Amén así sea.
P.D. - Te envío una caja de los pastelitos de zarzamoras
que nos han dado tanta fama y que no se nos ha permitido probar jamás, excepto
en mi caso, que ya moribunda, es lo único que tolera mi maltrecho cuerpo
carnal. Disfrútalos en compañía de tus queridos y que la vida los trate mejor
que a su tía.
Piensa en mi de
vez en cuando y no te desvíes del camino de Nuestra Señora.
Tu hermana, posiblemente
ya difunta Sor Vete Demora.
Efrén arrugó la carta, escrita con tinta violeta en papel
malva viejo y, después de pasarla por el destructor de documentos echó los
spaguettis resultantes a la papelera, si hubiera sido invierno no hubiera
dudado en echarlo al fuego. Abrió la enorme caja que estaba abarrotada de
pastelitos parecidos a volovanes envueltos individualmente con celofán y
rellenos de una mermelada azul-lilosa. Recordó que su mujer tenía esa misma
tarde una reunión con las Damas Promotoras de los Rododendros y decidió que ya
tenía donde colocar los pastelitos, que estaban atrayendo moscas y le daban un
asco tremendo.
Pochi Quela Metiste, de los Metiste de toda la vida,
esposa de Efrén, recibió la caja de manos de su esposo muy sorprendida, pues no
estaba acostumbrada a esos detalles por parte de él. Pochi esperaba el momento
adecuado, pasada al reunión, para comunicarle su estado de buena esperanza,
pero tuvo que esperar a que las últimas "rododendras" más pesadas que
nunca, pues les había dado el blandengue de recordar sus antiguas juventudes
perdidas, se largaran. Su esposo leía la prensa en la biblioteca cuando entró
Pochi muy suave y zalamera.
- Efry, cariño, hay algo que debes saber...
“Efry” era como lo llamaba cuando quería conseguir algo,
cosa que conseguía ponerle los nervios de punta.
Pochi se le acercó obligándolo a mirarla a través de los
lentes bifocales.
- Estoy de buenas.
- Como?
- Que estoy embaraza...! - En ese momento a Pochi la
invadió la visión fotográfica de su marido comiéndole las bragas a la criada en
el cuarto donde los descubrió meses antes y su dulzona mirada se truncó en una
de odio ciego. Agarró la lámpara Tiffany que descansaba en la mesita anexa y se
la reventó en el cráneo mientras sentía claramente al novio que tuvo a los
quince metiéndole la lengua hasta las amígdalas en el descapotable rosa que
compró sólo para seducirla. Luego se dobló en dos por causa de una hemorragia
que dio al traste con la feliz noticia mezclando su sangre con los restos de
cerebro y trocitos de cristal de colores que manchaban la alfombra persa que
habían comprado en Marrakech el año pasado.
Pobota Fumeiro tomó un taxi para volver a casa después de
la reunión de "rododendras". Se sentía un poco ahíta de esos
maravillosos pastelitos que les había servido Pochi y se adormiló un poco. La
despertó el musical acento del taxista que reconoció de Betanzos, como ella,
preguntándole que si se sentía bien. Abrióle la ventana para que le diera el
aire en la cara pero le dio una mosca. Acabaron hablando de las glorias de su
pueblo natal, de las fiestas, de la indescriptible tortilla de patatas, de sus
calles y su infancia. Pobota vivió aquella conversación sintiéndose
transportada a casa de sus padres. Tuvo de nuevo en sus manos el Tato, aquel
muñeco que le trajeron los Reyes magos y lo abrazó con tanta fuerza, con tanto
amor que no se dio cuenta que estaba estrangulando al taxista en plena
autopista. El taxi se saltó la mediana y después de circular unos cientos de
metros en dirección contraria se estampó de frente contra un camión que
transportaba vacas.
Aunque Oswaldo ya
estaba acostumbrado a las reuniones que organizaba la Señora Pochi, pues era
parte de su trabajo. Aquella había durado más de lo habitual y la sala parecía
el comedor después de un banquete de bodas. Platos y vasos por el suelo,
cigarros quemados en el parquet, trozos de pastelitos pisados y moscas, muchas
moscas. Sabía que no solían beber más alcohol que alguna copita de licor de
avellanas o mariconadas por el estilo, y aún así pocas. Extrañado, recogió como
pudo los restos de la bacanal y, mientras metía los cubiertos en el
lavavajillas se zampó los dos o tres pastelitos que quedaban en una caja
violeta en la cocina. Siguió pasando la fregona y, a ratos, arrodillándose para
rascar las quemaduras del suelo sintiendo que en aquella casa se le trataba
como a los "indios" que conquistó Colón, cuando le pareció oír algo
en el jardín. Salió de la sala que estaba limpiando al césped que flanqueaba la
piscina, que se le antojó enorme, infinita y allá en el ardiente horizonte
divisó tres velas blancas que ondeaban al viento. Llamó al resto de la tribu a
gritos para que vieran el milagro y acabó lanzándose al agua para dar la
bienvenida a los dioses de la profecía. La policía lo encontró a la mañana
siguiente ensartado en el mango del aspirador de la piscina.
"La Tejadera Española de amiantos y uralitas
S.A." celebró tres días de duelo por la muerte - a causa de un infarto -
de Efrén Fenosa-Causado Demora. Pero después la actividad de la fábrica
continuó como si nada. El cargo de Efrén fue ocupado por el pelota de a bordo
Eugenio Yfigura, que se había trabajado el ascenso después de muchos años de
babeos y chupapolleces. Al entierro sólo fueron los más cercanos, unos
trescientos. El personal de la fábrica no pudo asistir porque se celebró en
horario laboral y en el cementerio de La Zarzamora que quedaba en la
urbanización privada de La Mortaleja, a tomar por culo de "La Tejañola".
Tampoco hubieran ido, los Causado-Demora siempre fueron uno cabrones para con
el personal de la empresa, que no se esperaba la que se le avecinaba con el
nuevo administrador.
Ese mismo año, 1984, el Estado español ( PSOE ) desoyó
las peticiones de prohibir el amianto que llevaba muchos años siendo
considerado un material altamente cancerígeno. Eugenio Yfigura echó a la puta
calle a un tercio de los empleados sustituyéndolos por maquinaria automática y
dejando casi a cero las arcas de la empresa con la inversión. Lo que vació
también un tercio de los pisos de "La Tejañola”
CAPÍTULO SEXTO
- Final de "La
Tejañola"-
Enero del año 1985
Los vecinos del bloque nº 1, hartos ya de aguantar
apariciones, apagones y ruidos nocturnos acabaron recurriendo a un programa
radiofónico dirigido por Giménez del Foso especializado en fenómenos
paranormales. Se presentaron en el inmueble cargados de cámaras y aparatos
raros que tuvieron en vela al vecindario una semana. El equipo del programa
salió por patas cuando vieron a la Guardia Mora de Franco bajando las escaleras
a caballo hacia ellos con malas intenciones. Las cámaras habían dejado de
funcionar y ningún aparato registró nada anormal, por lo que la cosa no tuvo
ninguna repercusión mediática.
Unas semanas más tarde Sándala Inciensa, la hippie del
ático-C, empezó a pasearse en pelotas por las escaleras como si tal cosa. Lo
que revolucionó a las mujeres del inmueble que la acusaban de andar provocando
y cosas peores. Días después, a plena luz del día se la encontraron follando en
el rellano del 6º con Alvaro Polloso de Quesón, el marido facha de la del 4º-A.
La situación acabó con un ataque de celos, bronca gorda e internamiento de
Sándala en un psiquiátrico del que salió a los diez días sin haberle
diagnosticado nada más grave que estar preñada. Volvió a las andadas hasta que
ya nadie le hacía caso. Tuvo un hijo con dos cabezas que fue requisado por una
pareja de la P.A.S.M.A. A la madre la internaron de por vida.
En febrero apareció un aguilucho como de manchas de
humedad en la pared del comedor del 2º-B, volvieron a llamar al programa, pero
el del Foso pasó olímpicamente. Achacaron la "pintada" al hijo de los
inquilinos que, aunque era una buena pieza, lo negó rotundamente pero le tocó
empapelar la pared. Una semana después el aguilucho volvía a estar en su sitio
con más detalles y colores. Lo pintaron con Sementol, una pintura tixotrópica
que se suponía que lo tapaba todo. El bicho volvió a todo color y con la
bandera de fondo. Acabaron poniéndole un marco y dejándolo en paz.
Mario, ya con 12 años, era el líder indiscutible de los
Derbys-Soberanos que tenían machacados a los Ideales, aunque sus líderes eran
vecinos y colegas. En la parte de atrás del bloque nº1 habían apañado un campo
de fútbol donde celebraban algún partido los domingos y algún botellón los
fines de semana hasta las tantas. Lo hacían ahí porque los vecinos de ese
bloque, entre himnos y desfiles nocturnos ya no se enteraban de nada. Los bajos
del edificio siempre estaban tibios, lo que hacía las delicias de las parejitas
que se encontraban ahí para sus juegos amorosos. Hubo algunos embarazos que se
interrumpieron antes de prosperar.
Un domingo que se celebraba el partido entre los
Soberanos y los Ideales se escapó una pelota que rompió el cristal de un
ventanuco en los bajos del bloque. El edificio gritó, todos lo oyeron y se
abrió una enorme grieta en la fachada que llegó al 4º piso. Dos semanas más
tarde Mario, al volver a casa después de una batalla con los Ideales encontró a
su padre "muerto con la lengua hinchada y azul" según rezaba el
informe forense. Se supuso que fue por beber agua del grifo, pero las malas
lenguas hablaron de una botella de vino que le regaló el del 4º-A la noche
anterior para celebrar el 23-F. Los sucesos en el bloque se acrecentaron
afectando seriamente a los vecinos que acabaron fornicando en las escaleras
unos con otros, persiguiéndose, agrediéndose y, en bastantes casos llegaron a
matarse incluso sin motivo aparente. La edificación fue tomando una preocupante
forma abarrilada hasta que el 26 de abril del 1986, día del desastre de
Chernobil, la casa se inclinó de una manera alarmante.
Fue desalojada y se
clausuró el edificio definitivamente.
Los pocos vecinos que quedaban fueron ingresados en
diversas instituciones mentales y Mario fue a parar a un centro de menores,
entonces contaba 13 años. Poco después el bloque Nº1 fue derruído.
A la enorme inversión en maquinaria que hizo Eugenio
Yfigura en 1984, siguió un súbito bajón en las ventas de amiantos debida a la
alarma social que suscitaron los medios de comunicación - algunos - y al miedo
a una posible próxima prohibición del uso de dicho material. La uralita tardó
más en descender porque la población no la relacionaba aún con el amianto. Pero
acabó cayendo más tarde. Eugenio Yfigura, un fiera en temas de peloteo y
ascensión de escalafones no resultó ser tan bueno como gerente y no supo
trampear la situación para darle a la empresa nuevos aires y nuevos materiales,
por lo que ésta entró en decadencia a la par que "La Tejañola".
El mal que enfermó y acabó con el bloque nº1 se fue
extendiendo por el resto del barrio. Las bandas, huérfanas de líderes campaban
a sus anchas agrediendo y violando todo cuanto fuera susceptible de ser
agredido o violado. Los vecinos, asqueados con el trabajo, los sueldos
misérrimos y sus tristes existencias, se peleaban por cualquier motivo o sin
él. Los niños más pequeños no querían salir a la calle pues decían que estaba
toda agrietada, cosa que los mayores no veían. Por las noches el solar del
bloque derruído emanaba la suave luz que ponía los pelos de punta a cualquier
visitante. Las casas empezaron a agrietarse paralelamente a la economía de la
fábrica, que ya sólo fabricaba desempleados. La Empresa, como el Barrio duró
dos años más hasta que en 1988 quebró definitivamente.
No fue hasta el año 2002 que se prohibió definitivamente
la fabricación industrial de amiantos y uralitas.
"La Tejañola" y la Fábrica hacía ya muchos años
que habían quedado reducidas a escombros sin que hubiera mediado en ello
ninguna empresa de demolición. Ya sólo en el Hospital Oncológico se hablaba, a
veces, del asunto. Acabó convirtiéndose en un barrio maldito que fue invadido
por las zarzas. Con el aspecto de una ciudad bombardeada ya nadie quería pasar
por allí, ni las ratas. Sólo algún vagabundo buscando cobijo huyó al ver, entre
los escombros del primer solar, el suave resplandor de un color desconocido.
CAPÍTULO SÉPTIMO
- Mas Humo -
7ª secuencia de la etapa 18.76ª del año estelar - U
WC y sus hermanos trabajaban duramente en la estratosfera
para debilitar la capa de ozono que filtraba la entrada de la luz ultravioleta,
tan beneficiosa para el desarrollo de la "especie protegida". Los
humitas llevaban más de mil años terrestres manipulando sus genes para lograr
que llegase a ser una forma de vida realmente prometedora. Hasta ahora sólo
habían conseguido éxitos parciales; tenía problemas de comunicación, no habían
conseguido aún que fuese consciente de que compartía sus raíces con el resto de
sus congéneres, de hecho no habían logrado que fuera consciente de nada. De
inteligencia mejor no hablar, aún le faltaba mucha evolución para considerarla
una forma inteligente de vida. Los últimos hallazgos sobre su crecimiento
habían demostrado que una intensa exposición a los rayos ultravioletas que
emanaba su mediano sol amarillo podrían acelerar el proceso , pero la maldita
capa de ozono que cubría el planeta impedía tal radiación. De ahí su ahínco en
bombardear la ozonosfera con moléculas de óxido de cloro sobre la Antártida en
invierno, pues es donde se daban las condiciones idóneas para evitar su
regeneración.
Los humitas compaginaban esta labor con la de control de
la evolución de la especie, para lo que tomaban una forma física con la que
podían defenderla de otras razas que pusieran en peligro sus propósitos y
controlarla de cerca. Los humitas eran una forma de energía, por lo tanto eran
casi eternos y eso hacía que no tuvieran ninguna prisa, pero su natural
carácter cotilla y el mantenimiento de la audiencia de “Razas Nenazas” les
obligaba a proporcionar constantemente hilarantes imágenes 5-D, por lo que
enviaban reporteros a los puntos conflictivos y los regeneraban en caso de
destrucción, cosa habitual, aunque no fácil, para los habitantes del planeta
Tierra. El número de humitas en acto de servicio material permanecía constante,
pues por cada baja registrada se enviaba zumbando un sustituto. Cada cien años
terrestres, mas o menos, Volvían a Humo por un tiempo para descongestionar sus
vibraciones alteradas con la suciedad energética de la Tierra, una forma de
vacaciones.
El planeta Humo estaba enteramente constituido por ricos
gases de mercurio y, en algunas zonas, algo de wolframio vaporizado. En Humo
las relaciones eran totales, pues los humitas utilizaban una forma de
comunicación telepática que hacía que estuviesen todo el tiempo de puro
cachondeo contándose chistes que ya sabían o recordando los tiempos en que eran
físicos y los estúpidos conflictos que ello provocaba. Hacía millones de años,
el planeta era una esfera sólida recubierta de una mezcla de metales, que la
estrella cercana Próxima Centauri mantenía en estado de permanente semi-fusión.
Era entonces cuando aún eran físicos y no se enteraban de la misa la mitad. Se
pasaban la vida peleándose por poseer trozos del planeta o acumulando cristales
radioactivos, hasta que uno de ellos, el conocido MOZH-RT inventó un trasto
vibrador que dio al traste con el planeta convirtiéndolo en el paraíso que hoy
disfrutaban. Cultivaban razas en estado de pre-evolución como quien colecciona
sellos y publicaban todo ello en vivo y directo desde el magazine “Razas
Nenazas” que los había hecho famosos y envidiados por casi todo el universo.
CAPÍTULO OCTAVO
- La O.T. y 1ª huída de
Aitor -
El Opus Tolay, O.T. era una institución concebida a
principios de la posguerra para experimentar con la manipulación genética y los
fenómenos paranormales. Aunque para Francisco Franco era como un seguro que le
podía asegurar la perpetuación de su vida y poder. Esa fue la excusa que usaron
para convencerlo.
Su principal finalidad era otra; aunque sin olvidar al
Caudillo, del que conservaban en un tupperware los resultados sintetizados de
las muestras que le habían extraído. A ese caldo genético lo llamaban
cariñosamente "el Caldillo" pues tenía todo el aspecto de una sopa de
pollo con tropezones. Cuando Franco murió sus restos pasaron a engrosar el
material genético en una vieja nevera de butano, con el que, actualmente,
siguen haciendo experimentos y preparando el regreso triunfal del dirigente.
Con la fundación de la O.T. cientos de funcionarios del
gobierno fueron enviados por todo el territorio nacional y parte del extranjero
con el fin de "reclutar" a todo aquel que mostrase signos de poseer
alguna habilidad fuera de lo normal, como doblar cucharas o adivinar el
pensamiento. Los hallazgos superaron con creces las expectativas de la Orden.
La idea original era crear un grupo que ayudara al
Régimen, con sus poderes especiales, a prever o rechazar posibles ataques de la
Hidra Roja, que no es ningún monstruo marino, sino que así llamaban durante el
Régimen al Peligro Comunista. Algunos de los fundadores tenían en sus mentes la
idea de usar ese ejército para expandir los ideales franquistas por todo el
globo.
La dirección de la O.T. recayó, por méritos propios en
Leucemio Cobalto con su equipo de colaboradores:
- Leucemio
Cobalto - Edad actual 127 años, Íntimo colaborador del antiguo régimen. Ex militar
poseedor de la Gran Cruz de la Orden de San Fernando. Especialista en tratamientos con radiaciones, jefe de
investigaciones y principal promotor de las mutaciones de los inquilinos de
O.T. Su cerebro vive actualmente en una pecera desde donde se comunica vía
telepática mediante Anastasia. Los días nublados suele padecer cefaleas que se
alivian disolviendo una aspirina en el agua de la pecera.
- Anastasia
Epi Durán - Edad actual 90 años, anestesista especializada en drogas sintéticas,
mano derecha e intérprete telepática de Leucemio Cobalto gracias a una fórmula procedente
del ácido lisérgico combinado con la última baba de Leucemio antes de palmar. Bipolar
galopante.
- Lola
Bora Torio - Edad actual 105 años. Técnica en manipulación genética y
sustitución cromosómica. Tiene el aspecto de una niña de 10 años con resaca de
anís. Cecea. Colecciona hipófisis que viste y peina ella misma. Fue amante de
la Guardia Mora de Franco de la
que guardó hermosos recuerdos...para su colección.
La búsqueda fue ardua, pero dio resultados. En los campos
de concentración franquistas, quizás por la malnutrición o el estado
psicológico de los prisioneros, hallaron verdaderas joyas. Otras aparecieron en
pueblos, ciudades e incluso en el extranjero. Los experimentos de laboratorio
provocaron muchos fracasos que la P.A.S.M.A. se encargaba de hacer desaparecer.
Los mausoleos del cementerio de los Señores de Matalasniñas, antiguos
propietarios de la mansión que ocupaba el Sanatorio de Nuestra Señora La
Bandera eran el lugar perfecto para deshacerse de las pruebas. Huesos entre
huesos.
Lástima que cinco años después de su fundación, la O.T.
perdió la posibilidad de usar ese cementerio, pues el gobierno había subastado
los terrenos y ya se estaba construyendo una colonia obrera. Las obras
comenzaron justamente encima del mismo. Adiós al vertedero.
Los números de la P.A.S.M.A. se vieron obligados a buscar
otro alojamiento para los deshechos que, entre Leucemio y Lola sumaban un buen
montón cada día. Los campos de concentración eran una verdadera cantera de
material para investigar y éstos no la querían desperdiciar. Acabaron
enterrando los restos en los jardines de la finca, que, aunque eran muy
extensos, también cumplían la misión de lugar de esparcimiento para los "pacientes"
del sanatorio, los ratos que no estaban atados a una mesa de operaciones. El
componente de bienestar psicológico es importante. Eso no se podía olvidar.
Como los túmulos que sembraban los jardines empezaron a
resultar incómodos, los números de la P.A.S.M.A. decidieron que el cobertizo
donde se guardaban herramientas de jardinería podría servir como nuevo
"vertedero". Para ello limpiaron las zarzas que se habían adueñado
del chamizo y cavaron todo el interior de la construcción hasta hacer un sótano
bastante profundo, de dos pisos. Al llegar al fondo, el suelo se hundió bajo
sus pies descubriendo una galería que se prolongaba hacia ambos lados,
investigaron un poco pero no vieron nada más interesante que las bodegas de los
antiguos amos. El hallazgo les vino al pelo para la función que deseaban
cubrir, osea que rehicieron el fondo dejando una trampilla para acceder al
nuevo "vertedero" y dos niveles más arriba reconstruyeron el suelo
del cobertizo usando las herramientas originales para disimular una segunda
trampilla. Sintiéndose más inteligentes que los Faraones de Egipto volvieron a
su rutina de guardias y garitas. A ninguno se le ocurrió hacer algo con la
montaña de tierra suelta que quedó al lado de la cabaña, pero esa es otra
historia que ya contaré más adelante.
La mansión, que contaba con dos enormes plantas, había
sido acondicionada para las necesidades del Opus Tolay. En la planta baja se
ubicaban cocinas, almacenes y material de intendencia, así como los habitáculos
de los internos más sumisos, los de la P.A.S.M.A. y sus salas de recreo,
entrenamiento y aulas. La segunda planta albergaba los laboratorios,
quirófanos, despachos administrativos, celdas para los internos en tratamiento
y las viviendas de los científicos. En los sótanos se hallaban los habitáculos
de los residentes más "dotados". Con cuartos de baño individuales, y
todo tipo de comodidades...excepto ventanas. Siendo perennemente vigilados por
algún número de guardia.
Las caballerizas se habían revestido interiormente con
bloques de hormigón armado que encerraban planchas de amianto cubiertas de
acero de varios centímetros de espesor y eran usadas como una especie de
gimnasio donde los reclusos practicaban sus peculiares habilidades, siempre
escoltados por la P.A.S.M.A. armada con rifles de dardos tranquilizantes y
otros artilugios no menos tranquilizadores.
Todo y tales medidas tuvo que ser reconstruído varias
veces por resultar insuficiente protección ante las habilidades de algún
interno.
El enorme pajar anexo a las caballerizas fue utilizado
para otro tipo de pruebas que precisaban mucho más espacio, sobre todo
vertical, por su calidad gravitatoria o ilusoria, según el sujeto a estudiar.
En el sanatorio había varios tipos de internos,
dependiendo de su origen. Los niños, procedentes de cualquier fuente, que no
tenían previa ideología política, eran más manipulables y coco-comibles. Los
adultos pillados - normalmente - por las murmuraciones del vecindario en su
pueblo de origen por sus extrañas dotes, muchos de ellos de dudosa ideología
derechosa o azul. Estos se solían prestar gustosos a cualquier prueba por amor
a la causa patria y tenían más privilegios aunque acabaron tan asqueados como
el resto por esa vida de reclusión. Luego estaban los rojos pillados a la
fuerza en campos de concentración donde se les había visto el plumero al liarla
parda intentando escapar o masacrando a los guardianes. Con éstos últimos había
que tener cuidado y dardos tranquilizantes a mano.
Con el transcurso de los años los residentes mayores,
" Los Rojos" como gustaban llamarse, habían descubierto una manera de
reunirse clandestinamente durante las horas de la siesta, en que los guardias
de la P.A.S.M.A. estaban especialmente relajados en el jardín controlando a los
que no están durmiendo en sus celdas. En esas tres horas las celdas permanecían
abiertas para quien prefiriera sestear, custodiadas por uno de los números,
normalmente roncando en la mesa del principio del pasillo.
Al final del pasillo se encontraban dos cuartuchos
demasiado pequeños para servir de celdas, se utilizaban de trasteros. Estaban
abarrotados de objetos inútiles y otros que habían sido utilizados en los
entrenamientos: hierros retorcidos, botellas fundidas, un yunque que aún flota
por el aire o alguna cosa ilusoria e intangible que fue creada por la mente aún
infantil de Marilú.
- Marilú Siones -
Alias "La Trastos" Paciente en el sanatorio de " Nuestra Señora
La Bandera " Origen madrileño, actualmente tiene 76 años. Reclutada con
ocho años en Chamberí porque se dedicaba a montar "mercadillos
hippies" ilusorios que ocupaban calles enteras y volvían locos a los
transeúntes.. Esquizofrénica contagiosa crónica, ve objetos y personas que no
existen, solo que Marilú consigue que todo el mundo los vea aún cuando ella ya haya olvidado la cosa que ha
"creado" Estas ilusiones pueden durar años o desaparecer en minutos,
se desconoce el motivo. Durante años el sanatorio se vio invadido de muñecas
parlanchinas, muebles intocables, paredes donde antes habían puertas, puertas donde
antes habían paredes y, más adelante de amantes que, rabo en ristre,
atravesaban rejas y muros a su antojo saludando muy amablemente al personal.
Fue una época muy dura para la P.A.S.M.A. en la que hubo varias bajas por
disparos en propio campo.
Uno de los trastos que creó "La Trastos" fue un
enorme fonógrafo que nunca desapareció del todo y que, coincidiendo con las
primeras menstruaciones de Marilú, sonaba con " La Zarzamora" una
conocida copla de "La Piquer" El aparato en cuestión fue creado en
uno de los trasteros, donde Marilú se encerraba durante sus crisis adolescentes
y allí se quedó para los restos pues era imposible cambiarlo de lugar.
Fue Patricia Nuro, al tropezar con una escoba invisible,
obra de Severina Siseviese, quien percibió la escalera hábilmente escondida
bajo las baldosas donde se hallaba el fonógrafo y que conducía a un hipogeo
donde, según Patricia, se habían organizado reuniones de culto al Diablo muchos
años atrás. Cuando la mansión actualmente tapadera de O.T. pertenecía al
Condado de Matalasniñas fervientes enemigos de la república.
- Patricia Nuro - Alias "La Malmuerta" Paciente
en el sanatorio de " Nuestra Señora La Bandera " 92 años. De origen
gallego, tartamuda. Maníaca depresiva por su capacidad de ver el futuro
inmediato de aquí o de allá. También puede ver el presente, pasado y circunstancias
relacionadas con el objeto que toque. La O.T. Le tiene la celda repleta de objetos
porsiaca... Se ha intentado suicidar cientos de veces, aunque siempre sabía que
no lo lograría.
- Severina Siseviese - Alias "Indeleble"
Paciente en el sanatorio de " Nuestra Señora La Bandera " Origen
extremeño, 65 años. Padece una extraña forma de esquizofrenia con personalidad
escindida que la convierte en una gamberra bromista y cafre. La ayuda psicológica
que llevó a cabo con ella el Padre Alfonso mostrándole en el espejo su propia desnudez
la volvió irremisiblemente invisible. La rescataron del campo de concentración por
su poder de volver invisible todo aquello que deseara. La O.T. la tiene permanentemente
pintada con tinta indeleble.
El hipogeo era una sala circular de unos cuatro metros de
diámetro con una columna en medio y un banco alrededor, todo ello excavado en
la roca, que se encontraba al final de una empinada escalinata que bajaba
haciendo eses. En su momento debió estar decorado con lujosos tapices de los
que la humedad y las ratas, con el tiempo, habían dejado unos cuantos jirones.
Detrás de un telón particularmente siniestro, pues mostraba muy gráficamente el
blasón de los condes envuelto en las llamas que salían de las fauces del Diablo
que lo sostenía, hallaron un pasadizo que se bifurcaba varias veces hasta
parecer no tener fin.
Ninguno de los "Rojos" conocía el término
"hipogeo" así que le llamaban "el Dónut", que de eso si
sabían. Pues era en "el Dónut" a la hora de la siesta cuando se
reunían a veces, para preparar la huída y derrocamiento del régimen de Franco y
devolver al país la bienamada república.... y así siguen todavía, casi 70 años
después de la creación de la O.T.
El único con cojones para investigar el pasadizo fue
Aitor Tilla. Pero Aitor, antes de escapar cogió en el laboratorio, poco
vigilado por entonces, una pequeña muestra de " Caldillo". La
muestra envasada en un frasquito de Agua
de Lourdes, había sido tratada con nitroglicerina, clorhidrato de yohimbina ( Un potente afrodisíaco para ganado ) y
bombardeada con uranio enriquecido. Resplandecía suavemente con un color
desconocido.
Marzo del año 1945
Fue Aitor Tilla, uno de "Los Rojos" quien, a
los cinco años de la fundación de O.T. logró por vez primera escapar del
sanatorio.
- Aitor Tilla -
Alias "Plasta" Paciente en el sanatorio de Nuestra Señora La Bandera
De origen vasco, 85 años, aficionado a la gastronomía, tiene el poder de
multiplicar con la mente el peso molecular de objetos o personas, con lo que
éstos se aplastan sobre si mismos. Dos intentos de fuga felizmente controlados por la P.A.S.M.A. , La última vez ayudada por Mariannesia Olvido Recuer. Ambos en el barrio de "La Tejañola"
La primera vez, ayudado de la indefinible luz de la
botellita de Agua de Lourdes que encontró en el laboratorio y a la que tomó por
una especie de linterna moderna. Aitor, muy valiente, pero un poco burro, no
pensó en dejar alguna marca por el laberinto para no perderse.
Se perdió.
Pero por pura cabezonería encontró la salida aunque ello
le llevó horas. Después de tragarse un pasillo recto y largo como el brazo del
Régimen, el frasquito aumentó su brillo súbitamente mostrando a un palmo de su
nariz lo que parecía un feto momificado flotando en el aire viciado de las
catacumbas. El feto flotó subiendo unas escaleras mientras Aitor lo siguió
contemplando aterrado la colección de huesos deformes que se apilaban en el
suelo o en los estantes de piedra enmarcando un ancho pasillo. Con el rabillo
del ojo percibió algo como el final de una espina dorsal enorme que se
enterraba en un montón de cráneos. Olvidó la idea de Hansel y grettel y salió
corriendo como alma que lleva el diablo, frasquito al frente, hasta que dio de
bruces con una enorme mano metálica que, reventando el techo del laberinto, lo
recogió como a un Gulliver en el país de los robots gigantes. El botellín salió
despedido mientras Aitor aplastaba la excavadora que lo había desenterrado así
como un par de edificios a medio construir, más por el pánico y la ceguera que
le produjo la súbita luz del día, que por ganas de hacer daño.
La desaparición del frasquito había alertado a los
miembros de O.T. y ya la P.A.S.M.A. hacía horas que rastreaba la zona sabedores
también de la fuga de Aitor. La columna de humo que se elevaba de lo que fuera
el antiguo cementerio de la finca, zona recientemente adquirida por La Tejadera
Española de Amiantos y Uralitas S.A. acabó de confirmar el paradero de Aitor.
La ayuda de Marilú Siones fue definitiva para callar el
escándalo. La ilusión de grandes grietas en toda la zona fruto de un seísmo
justificó la caída de los dos edificios y su reconstrucción. Los problemas de
los operarios que, al intentar tapar las grietas del suelo, no las encontraban,
acabaron con algún despido por consumo de sustancias ilegales. La excavadora se
hundió lentamente sin decir esta pala es mía.
Aitor fue severamente interrogado por un par de números
de la P.A.S.M.A. Después de lograr rascar del suelo de piedra los restos
aplastados del par de números, convencieron al Padre Alfonso de que
interviniera, pues los métodos de la P.A.S.M.A. no resultaban válidos con el
vasco.
- Alfonso Tana de Domingo - 96 años. Sacerdote, psicólogo
y guía espiritual de O.T. Amigo íntimo y confidente de Carmen Polo de Franco,
fue cofundador de O.T. junto a Leucemio Cobalto y Lola Bora Torio a los que
ayuda en cuestiones éticas y humanitarias. Ha colaborado con entusiasmo en los
tratamientos de la interna Estoika Chonda a la que ayuda a encontrar el camino
cuando le falla la memoria.
Aitor negó rotundamente tener nada que ver con el robo de
ningún frasco, pues después de las burradas que oyó a los números aplastados,
hasta alguien como él se daría cuenta de que lo del frasco era serio. Solo
lograron sonsacarle que salió del recinto por la puerta grande tranquilamente a
dar una vuelta por el nuevo barrio en construcción que se divisaba desde los
pisos superiores del sanatorio. - Pura curiosidad, ya ves - según dijo.
Los números que montaban guardia en las garitas y la
puerta fueron duramente amonestados por su dejadez y Lola se encargó de aplicar
los consiguientes correctivos, lo que aumentó en cuatro piezas su colección.
Aitor volvió a
escapar, lo lleva en la sangre, pero fue muchos años después…
... CONTINUARÁ ...
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Si quieres conocer el resto de esta novela no dudes en escribirme y te la enviaré. Gracias!
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